jueves, 14 de enero de 2010

LA NUTRICION Y SUS DIENTES

Una buena nutrición no es sólo necesaria para llevar una vida saludable, también juega un papel clave en el desarrollo y la protección de una buena salud dental.

Una buena salud dental es parte de una vida saludable.

La salud dental es un elemento imprescindible para tener una vida saludable.

No es sólo tener dientes saludables o no tener enfermedades, significa tener dientes, encías y boca saludables, relajados y útiles.

La salud dental también facilita una buena nutrición.

Necesitamos tener los dientes y las encías saludables para masticar y tragar los alimentos eficazmente y para absorber los nutrientes indispensables que nos proporcionan una salud general.

De la misma manera, una nutrición buena y unas costumbres de alimentación adecuadas fomentan una buena salud dental.

LA IMPORTANCIA DE UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE:
Los dientes de leche se empiezan a desarrollar durante el segundo mes de vida del embrión y se calcifican antes del nacimiento del bebé.

Los dientes permanentes se empiezan a calcificar justo antes del nacimiento del bebé y todas las coronas de los dientes permanentes, excepto las de las muelas del juicio, están formadas para cuando el niño tiene 8 años de edad.

Lo que comemos y bebemos no sólo juega un papel importante en el desarrollo y protección de los dientes y las encías de hecho, la caries y las enfermedades de encías son dos de las enfermedades más comunes hoy en día y se pueden prevenir simplemente mejorando la dieta.

La enfermedad de encías afecta los tejidos blandos que sujetan los dientes y es la mayor causa de pérdida de dientes en adultos.

Los nutrientes que participan en la formación y salud de los dientes y las encías es fundamental.

Entre ellos se encuentran el calcio, el fósforo, el flúor, la vitamina D, vitamina A y las vitaminas del grupo B.
Estos nutrientes, esenciales para la formación y mantenimiento de las estructuras del organismo en general, y de los dientes y encías en particular, son indispensables en la dieta a todas las edades si queremos conseguir y mantener una boca sana y una sonrisa bonita.
La leche y los productos lácteos son un grupo de alimentos que constituyen una fuente excelente de la mayoría de estos elementos: calcio, fósforo, y vitaminas A y D y B.

Estos son los nutrientes más importantes para tener una buena salud dental:

LAS PROTEÍNAS:
Son importantes para la formación de los dientes.

La desnutrición causa un retraso significativo en la erupción de los dientes de leche.

Hay estudios que sugieren la existencia de una relación entre la desnutrición temprana y la aparición de caries (los dientes poco desarrollados y bajos en calcio son más vulnerables a las caries).

EL CALCIO, LA VITAMINA D Y EL FLÚOR: Son necesarios para la formación de dientes fuertes durante el proceso de calcificación dental.

El CALCIO:
Es un elemento imprescindible en la formación de los huesos y los dientes.

El 99% del calcio existente en nuestro cuerpo se encuentra en ellos.

El 1% restante está en la sangre, en el líquido extracelular y en el tejido adiposo.

El calcio es necesario para la transmisión de los impulsos nerviosos, para la contracción muscular, para la coagulación de la sangre y para el funcionamiento del corazón y el mantenimiento de la presión arterial.

Además previene la formación de tumores de colon y la formación de cálculos renales.

Se recomienda una cantidad media de 1.200 mg de calcio al día.
Si no se ingiere una cantidad suficiente, el organismo se ve obligado a extraerlo de los huesos para asegurar este 1%.

Con ello, los huesos se debilitan por lo que, no sólo se favorece la aparición de la osteoporosis, sino también de enfermedad periodontal.

El hueso que acusa antes la pérdida de calcio es la mandíbula (especialmente el hueso alveolar, que es el que soporta al diente).

Por ello, el diente pierde su soporte y aumenta su movilidad.
Al aumentar el consumo de calcio se han encontrado mejoras en los procesos inflamatorios y en la movilidad dental. Por esto es especialmente conveniente aumentar el aporte de calcio en personas que sufren enfermedad periodontal.
Dónde se encuentra:
La principal fuente de calcio para nuestro organismo es la leche y sus derivados.
El aporte óptimo de calcio se consigue con unos cinco o seis vasos de leche, tanto entera como desnatada, cinco o seis yogurt o unos 150 gr de queso en porciones.

Hay otros alimentos que contienen calcio como los cereales, las verduras u hortalizas de color verde oscuro, las nueces, las habichuelas y el pescado pequeño que pueda comerse con espinas como sardinillas o boqueroncillos

LA VITAMINA D:
Tiene una importante función en el mantenimiento de la salud ósea y dental.

Facilita la absorción de calcio y fósforo, los cuales son necesarios para tener huesos y dientes sanos, y para mantener en buen estado nuestro sistema nervioso.

Mantiene los niveles adecuados de calcio en sangre.
Dónde se encuentra:
La vitamina D la encontramos en el pescado, aceite de hígado de pescado, margarina, huevos, leche y productos lácteos.

Una parte de esta vitamina se forma en la piel por acción de los rayos solares, de ahí la importancia de exponernos al sol moderado, sobre todo los niños (están en época de formación dental y ósea) y los ancianos (disminuye la capacidad de absorción digestiva de la vitamina D aportada por los alimentos).

Una falta de vitamina D durante la infancia causa retrasos en la aparición de los dientes de leche y permanentes, y modifica el orden en el que los dientes salen.

El flúor disminuye la posibilidad de padecer caries al endurecer el esmalte de los dientes, reducir la capacidad de la bacteria para producir ácido y fomentar la formación mineral.

LAS VITAMINAS C Y K:
Son importantes porque mantienen las encías saludables.

La vitamina C mantiene fuerte el tejido de las encías y la vitamina K controla la pérdida de sangre.
La falta de vitamina C afecta las encías y el tejido blando que sujeta los dientes.





LA VITAMINA C:
Interviene en la formación de glóbulos rojos, favorece la absorción del hierro, aumenta la resistencia a las infecciones y tiene una acción antioxidante o antienvejecimiento.

Tiene un papel importante en el desarrollo y mantenimiento de la salud de dientes y encías. Interviene en la síntesis de colágeno de las encías y del resto del organismo.

El colágeno es necesario en la formación de la piel, músculos, vasos, órganos internos, etc. y su función es fundamental en los procesos de reparación y cicatrización de estos tejidos.

Además, interviene en la formación de cartílago, tendones, huesos y dientes, favoreciendo la adecuada formación de material osteoide y la función de los osteoblastos.

La vitamina C protege la integridad de los vasos sanguíneos, manteniendo su adecuada permeabilidad, con lo que a nivel del periodonto protege de los ataques bacterianos.

El déficit de vitamina C:
Produce una menor resistencia a las infecciones y una alteración en la cicatrización de las heridas que se hace más lenta.

Si el déficit es pronunciado, se producen síntomas como tumefacción y hemorragia de las encías y facilidad para que salgan hematomas con golpes mínimos.
Si progresa, se producen pérdidas dentarias.
Estos son los síntomas característicos del escorbuto.
Esta enfermedad era frecuente en los marineros que se embarcaban largas temporadas sin consumir fruta fresca.
Dónde se encuentra. En los cítricos (naranja, limón, mandarina, pomelo, etc.), kiwi, soja fresca, tomates, pimiento verde, lechuga, patata, coliflor, etc.

LA VITAMINA A:
Es una vitamina liposoluble fundamental para el buen estado de la piel y las mucosas e interviene en la función de la visión.

Es importante para el desarrollo del sistema nervioso y la formación de hormonas sexuales.

Además, interviene en la formación y desarrollo de los huesos y los dientes, previene las infecciones y tiene función antioxidante y anticancerígena.

Su déficit produce alteración de la estructura de huesos y dientes y resecamiento de las mucosas con lo que aumenta la predisposición a caries e infecciones.

La falta de vitamina A durante la formación de los dientes interfiere con la calcificación dental y como resultado el esmalte de los dientes no se desarrolla completamente o se desarrolla pobremente.

Dónde se encuentra:

Se encuentra en alimentos de origen animal (en forma de retinol) como pescado, hígado, yema de huevo, mantequilla, queso, leche entera o enriquecida.

También se encuentra en alimentos de origen vegetal (en forma de betacaroteno) como albaricoque, melón, zanahoria, mango, melocotón, espinacas, tomate, etc.

• UNA FALTA DE RIBOFLABINA produce la inflamación de la lengua y la inflamación o el agrietado de los labios. Costumbres alimenticias que afectan la higiene dental

USO INADECUADO DEL BIBERÓN:
En muchos casos, beber jugos u otras bebidas azucaradas, en lugar de agua, en biberón o taza causa caries infantiles. Esto puede ocurrir cuando se acuesta a los niños con el biberón o cuando usan el biberón o taza con frecuencia durante el día.

ALIMENTOS RICOS EN AZÚCAR O ALMIDÓN:
Aunque los niños y los adolescentes necesitan dietas que proporcionen mucha energía, esto no significa que deban tomar durante el día refrescos y meriendas que contengan grandes cantidades de azúcar.

Se ha relacionado la existencia de altos niveles de bacteria que causa caries con la consumición de alimentos ricos en azúcar o almidón (especialmente los alimentos pegajosos), caramelos duros, refrescos, jugos de frutas, galletas, pasteles, tartas y papas fritas en bolsa.

Estos alimentos pueden producir caries porque al reaccionar con la bacteria que hay en los dientes producen ácidos que corroen el esmalte de los dientes.

FRECUENCIA DE COMIDAS:
Además de una higiene dental deficiente, el factor más importante relacionado con las caries es la frecuencia de comidas.

Cuanto más frecuentes sean las comidas, mayor es el riesgo de tener caries.
Esto es debido a que comer a menudo fomenta el crecimiento de la bacteria bucal que a su vez aumenta el nivel de acidez en la cavidad bucal.

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