viernes, 8 de enero de 2010

LOS DENTRIFICOS Y CEPILLOS DENTALES

LOS DENTRIFICOS:
Para mantener la boca sana, no basta sólo con cepillar las piezas dentales.
A menudo enfermedades de los dientes, e incluso del estómago o el hígado, provocan un desagradable mal olor en la boca.

Los elixires y las lociones que se usan después del cepillado son ideales para mantener sana toda la cavidad bucal; gracias a ellos, las encías no enferman y el aliento recupera la frescura.

Los enjuagues con vinagre de manzana esta formada por el vinagre de manzana, utilizado como loción de enjuague para la boca, es idóneo para desinflamar las encías.

Pero si después de uso la inflamación no desaparece, hay que tener la precaución de acudir rápidamente al dentista para no empeorar aún más la situación.

Esta receta consiste en 1/2 vaso de agua y 1 cucharada de vinagre de manzana.
Añadir al vaso de agua el vinagre de manzana.

Enjugarse la boca con el preparado por la mañana y por la noche, después del cepillado.

Es importante destacar que los árabes fueron, quizá, los primeros en profundizar los estudios de química y farmacología.

A partir de estas investigaciones empezaron a crear fórmulas y procedimientos muy semejantes a los que hoy en día realiza la química.
Es por este motivo que palabras como la propia química, o elixir, jarabe, alcohol o droga son procedentes del árabe.


CEPILLADO DENTAL:

El método más eficaz, sencillo y cómodo para eliminar placa bacteriana a nivel individual es el cepillado, con ello hacemos prevención evitamos las enfermedades más frecuentes causadas por la placa: caries y enfermedad periodontal.

Veremos que la mayoría de sistemas que se utilizan para eliminar placa bacteriana se basan en un efecto mecánico, la placa es eliminada por arrastre o fricción de los diferentes sistemas usados.

Independientemente del cepillado, existen dentríficos y colutorios para combatir la placa bacteriana.

En el cepillado suele utilizarse dentríficos, aunque hay técnicas que no lo aconsejan (como veremos más adelante).

CEPILLOS DENTALES:

En Europa, se empiezan a utilizar en el siglo XVIII, son instrumentos que por acción manual o eléctrica, actúan sobre las piezas dentarias, arrastrando la placa adherida en sus caras y secundariamente elimina los restos alimentarios que hay entre las piezas dentarias.

Tradicionalmente se han usado cepillos manuales, en los últimos años han surgido diferentes cepillos de tracción eléctrica, que poco a poco han ido mejorando y que vamos a describir posteriormente.

Un cepillo manual consta de dos partes: mango y cabezal.

El mango puede tener diferentes diseños, no hay estudios evidentes de que tipo de mango es mejor, hay mangos rectos o mangos con una curvatura o acodados lo que hace que el cabezal quede a otro nivel, las casas comerciales argumentan que los curvos llegan mejor a zonas posteriores.

Cepillo manual: mango y cabeza

MANGOS RECTOS Y CURVOS:

Hay mangos con un codo flexible que según sus diseñadores sirve para llegar mejor en zonas de la boca de acceso más difícil.

Mango flexible:
La parte más importante del cepillo es la cabeza, es la parte activa.

Está formada por penachos de filamentos y a diferencia del mango, las diferencias entre cabezales son importantes.
Los cabezales pueden tener diferentes tamaños y se aconseja un cabezal adecuado al tamaño de la boca.

CEPILLOS DE 4 Y 3 HILERAS:

Las cerdas o filamentos que componen el cabezal, son la parte más importante del cepillo como vamos a ver seguidamente.

Los primeros cepillos se confeccionaron con cerdas naturales, hasta que se empezaron a fabricar fibras sintéticas y hoy se usan filamentos de nylon y fibras de poliéster.
Las cerdas naturales, hoy en desuso, eran traumáticas ya que la tecnología no permitía hacer terminaciones romas y en realidad el conjunto de todos los filamentos del cepillo hacía constantes microtraumatismos en la encía y diente.

Además no se secan y ello facilitaba la acumulación de bacterias entre los filamentos.

Los filamentos que se confeccionan hoy son con terminaciones redondas o fusiformes, son atraumáticas y solo podemos dañar la encía y el diente si usamos malas técnicas de cepillado como veremos más adelante.

La tecnología ha permitido fabricar diferentes diámetros de los filamentos y según el diámetro usado en el conjunto de todos los filamentos del cabezal tendremos diferentes durezas. Interviene otro factor que es la longitud del filamento, más largos implica más suavidad y al revés.

Hoy tenemos cepillos con diferentes durezas, blandos, medios y duros, aunque las casas comerciales han aumentado esta clasificación, con la aparición de cepillos ultrasuaves, cepillos para dientes sensibles, cepillos para post cirugía, etc.

Los cepillos se deben cambiar a menudo, su duración efectiva depende como hemos dicho de la dureza y de la técnica del cepillado.

Otro factor a tener en cuenta en los cepillos es el número de hileras de penachos de filamentos que tiene. Veremos que varían de 2 a 6 hileras, vamos a resumir el porqué de ésta diferencia.

Consideraremos la indicación de cada cepillo en cada momento, no es lo mismo la técnica de cepillado en una persona con buena salud bucal o en una que padezca una enfermedad periodontal (enfermedad de las encías y otros componentes que sujetan al diente, conocida vulgarmente por piorrea, la describimos en otro apartado).

Diferentes casos de enfermedad periodontal:
Los cepillos que presentan 2 o 3 hileras de filamentos son cepillos que usaremos para los enfermos periodontales, son los llamados cepillos periodontales o sulculares y se usan para eliminar la placa bacteriana presente debajo de la encía (subgingival) que es la peor.

Cepillos sulculares usados para la enfermedad periodontal.

Los cepillos de 4 a 6 hileras son cepillos para uso normal, para las personas que no tienen problemas bucales y la variación del número de hileras están justificadas por cada casa comercial, no llegándose muchas veces a una unanimidad de criterios.
Hoy se fabrican cepillos que no entran en la clasificación anterior, debido a la distribución más irregular de los penachos de filamentos.

Distribución de filamentos más actual (OralB).

Un cepillo muy eficaz es el diseñado para los pacientes que llevan ortodoncia con aparatología fija (bandas y brackets), la hilera central es más corta para que así se pueda limpiar los brackets estropeándose menos el cepillo.

CEPILLO DE ORTODONCIA:
Aparatología fija con índice de placa alto.

Hay cepillos que tienen un capuchón protector y otros no, ha sido otro tema polémico y actualmente hay las 2 tendencias.

Los que tienen capuchón quedan más aislados desde el punto de vista higiénico y se preserva mejor la forma del cepillo.

En contra, según algunos autores, los capuchones por muchos agujeros que lleven evitan la aireación del cepillo.

Cepillo con capuchón y cepillos juntos que pueden llegar al contacto (no es higiénico):
Los cepillos deben cambiarse cuando veamos que los filamentos no están rectos y esto depende de la dureza del cepillo y de la forma de cepillarse, por eso varía en cada persona la duración de un cepillo.

En general se recomienda cambiarlo entre los 2 y 6 meses.

En el mercado existe gran cantidad de cepillos diferentes, con diseños y formas especiales cuyo objetivo no es del todo científico, aunque puede haber buenas ideas y algunas muy bien razonadas, el fin es conseguir un mayor marketing.

CEPILLOS INTERPROXIMALES:
Son de uso más fácil, pero el problema es que no los pueden usar todas las personas, ya que en espacios pequeños no entran.
Cepillos interproximales, el eje central se aconseja que sea plastificado:

La forma del cepillo puede ser cónica o cilíndrica y además las casas comerciales los fabrican en distintos tamaños.


Diferentes tamaños y formas de cepillos
Cepillo colocado en el espacio interdentario.

Movimiento del cepillo: Los cepillos interproximales están indicados también en portadores de prótesis fijas, implantes y en pacientes con aparatos de ortodoncia fija.

CEPILLOS ELÉCTRICOS:


Aparecen casi cincuenta años, por tanto no son tan modernos como la gente cree, aunque hasta hace muy pocos años no se han perfeccionado.



Durante muchos años no han sido útiles y a medida que han ido mejorando, se ha ido extendiendo su uso, hoy los dentistas los aconsejamos, aunque en ciertos casos preferimos el cepillado manual.



Hay varios diseños y marcas diferentes, quizás el cabezal ideal aun no se ha conseguido, y de los actuales hay predominio de cabezales pequeños y redondos.



y cepillos con diferentes velocidades y lo que es más importante es que los hay que si ejercemos un exceso de presión sobre los dientes, se para de forma automática para evitar que lesionemos la encía y al propio diente.

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